Altair Ferreira es un artista brasileño, nació en 1965 en la ciudad de Osasco / SP, pero fue en el barrio de Vila Santa Maria en la zona norte de São Paulo, donde vivió toda su infancia y adolescencia. Su padre era un mueble, el cual dibujaba todas las piezas de su industria y su madre tenía como hobby pintar en tejidos y cuidadora de su hogar. Los padres del artista invirtieron en su formación en el área contable, con el objetivo de la administración de la empresa de la familia. El lado artístico del hijo fue observado todavía niño por sus padres, los cuales lo apoyaron también, invirtiendo en varios materiales, para sus "bromas". Pero fuera alrededor de los 22 años de edad que el artista se despertó de nuevo para el arte. Dividido entre los estudios y la profesión de contador, se mantuvo distante del arte por un intervalo largo.
"Ver mi obra realizada, me deja en éxtasis"
A los 38 años de edad Altair Ferreira dio inicio a su producción de mosaicos con pastillas de vidrios, que lo llevaron al encuentro de sus producciones con collages ya producidos anteriormente. El éxito fue tanto desde entonces, que Altair Ferreira pasó a tener su vida profesional posicionada en el mercado del arte y también entre amigos y familiares.
"El arte tiene el poder de transformar personas y mentes, abriendo el inconsciente para ver y ver más allá, cambiando ideas y conceptos".
"Me encanta la naturaleza!"
El proceso creativo del artista Altair Ferreira forma parte de una búsqueda constante de todo lo que está ligado al misterio y la naturaleza, por lo que la característica marcante en sus obras es la presencia de animales.
Sus inspiraciones vagan a veces en obras de los grandes artistas: Salvador Dalí, Gustav Klimt, Pablo Picasso, Hilma Af Klint entre otros
El artista tuvo presencia en diversas exposiciones en São Paulo capital, São Bernardo do Campo / SP y en Santiago de Chile. Teniendo siempre como propuesta inicial, despertar en lo imaginario la calidad de visión, sentimiento, valor y rescate.